Pese a todo, el irlandés acabaría llevándose esa 'Grande Boucle'
NACHO LABARGA-Madrid
NACHO LABARGA-Madrid
Jacques Goddet, por aquel entonces director del Tour de Francia,
corrió hasta la meta para ver lo que ocurría. A sus 83 años no se podía
imaginar lo que estaba pasando. Una imagen de epopeya que quedaría
inmortalizada en la memoria del ciclismo. Era Stephen Roche, completísimo corredor irlandés, quien yacía sobre el asfalto exhausto tras la etapa.
No
podía ni respirar. Por eso, los ayudantes de la organización le
colocaron una mascarilla de oxígeno. Necesitaba recuperar el aliento.
Volver a la vida tras una etapa de leyenda ante Perico Delgado. Todos pensaban, tras ver a Roche
pálido siendo evacuado en ambulancia, que el irlandés no acabaría ese
Tour. Delgado, gracias a su fortaleza, le había llevado al límite sus
fuerzas. Perico le apretó hasta la extenuación. Roche calculó el tiempo
que podía ceder y sufrió lo indecible para no perder más.
Una foto imborrable
Aquella etapa, en realidad, la ganó el 'profesor' Laurent Fignon
tras dar una lección de experiencia a Anselmo Fuerte, que pecó de
ingenuidad. El español llegaría destrozado, con las lágrimas cayéndole
por el rostro. Pero ese día se recordará por el ataque de Roche a
Delgado desde el inicio y la respuesta del español, que defendió su
liderazgo hasta el último puerto. Fue una batalla épica recordada en
muchos libros de ciclismo. Delgado rascaría aquel día 14 segundos, 4
sobre la carretera y otros 10 al ser sancionado el irlandés por coger el
avituallamiento en un lugar prohibido.
Tras ese momento
llegaría la imagen de la desolación. La de la mascarilla, la mirada
perdida en el infinito y un cuerpo al borde del colapso envuelto en una
manta de aluminio, la misma con la que suelen tapar a los cadáveres.
Poco después aparecería la ambulancia, que le acogió hasta que recuperó
el pulso. Y el aliento.
Aquel ataque de Roche no fue
apreciado por los aficionados a través de la televisión. Sí lo apreció
Delgado al ver cómo le pasaban las motos perseguidoras. Un latigazo que
hizo que su ventaja se esfumase.
El amarillo más peleado
Todos
pensaban que Roche se bajaría de la bicicleta, que no pedalearía más en
aquel Tour que contó con cuatro victorias españolas. La de Manuel Jorge Domínguez en Épinal-Troyes, la de Perico en Valréas-Villard-de-Lans, la de Federico Echave en Villard-de-Lans-Alpe d'Huez y la de Eduardo Chozas en La Plagne-Morzine, un día después de la jornada relatada.
Una temporada irrepetible
Al final, Roche conquistaría de manera increíble el amarillo ante campeones como Bernard, Mottet,
Herrera o el propio Perico, quien le felicitó aquella tarde en la
Plagne. También lo hizo tras la contrarreloj de Dijon, donde le birló el
liderato. Además, ese año, el de 1987, Roche completaría una temporada
majestuosa conquistando el doblete Giro-Tour, el mismo que este año se
le ha atragantado a Nario Quintana. Pero sus éxitos no quedarían ahí, puesto que también se llevaría el campeonato del mundo igualando así la gesta de Eddy Merckx. Aquellas conquistas no se olvidarán, tampoco su agonía con la mascarilla.
Fuente:www.maraca.com